jueves, 24 de septiembre de 2015

La influencia de la luz en el Arte Gótico (Arquitectura)

Con la construcción de las catedrales góticas, se busca dar un nuevo mensaje: “el mensaje de Dios a través de la luz”. El paso del Románico al Gótico supuso una ruptura con la pesadez arquitectónica de la piedra maniatada bajo el corsé estructural de las bóvedas de cañón y de los muros estructurales, para dar paso a una arquitectura ligada directamente a “la construcción de sus entrañas, que evolucionan hasta hacer posible la ejecución de verdaderas cajas de vidrio”, buscando con su naturaleza simbólica el estado de admiración del visitante, el encuentro con una realidad mística.
La realidad del mensaje de la arquitectura gótica tenía que ser entendido a través de su luz. Su composición, su distribución a lo largo de los espacios de la catedral y su incidencia directa sobre los fieles, componía el mosaico de escenografías a disposición del creyente para entender las escrituras, las que sobrecogían y explicaban al pueblo como la luz de Dios se alcanzaba en las alturas del pensamiento y su arquitectura. Entender esta luz es entender el mensaje que los pensadores medievales dispusieron para el pueblo.
El gótico y su nuevo simbolismo utilizan la luz de una manera novedosa. “la arquitectura gótica se forma como la estructura de un árbol, dejando que la luz filtre entre la hojarasca a través de coloridas vidrieras” Esta composición provocará la original forma de introducción de la luz en el interior de las catedrales.
La luz no sólo es parte de la transformación del modelo religioso, sino que definitivamente delimita su arquitectura envolvente, dando forma al espacio de tal modo que  supere los aspectos de pesadez del Románico, ofreciendo una suerte de estructura infinitamente alta para el ojo del observador y un modulado de luz que presta su función para conseguir un efecto de elevación del “espíritu” hacia las alturas.
En el interior de estos edificios la luz se convierte en el elemento predominante, y en función de ella y su significado simbólico y espiritual se concibe el resto de elementos arquitectónicos. Se intenta liberar los muros de su función sustentante para colocar vidrieras más grandes y muy decoradas. Puede ser mediante rosetones radiales (de ahí el nombre) o de vanos de mayor tamaño que antes, que se decoran con vidrieras, sobre todo de color azul oscuro y rojo. Los edificios tienden también a ganar en altura y verticalidad.
En la arquitectura gótica las cargas localizadas dejan abrir muros de luz. Las vidrieras que la filtran y tamizan crean en el interior un espacio diferente, con colores que semejan al arco iris, la luz del interior es diferente a la luz exterior originando un espacio psicodélico, un espacio divino.

La arquitectura gótica, a través de la articulación de las vidrieras en el edificio como un auténtico muro traslúcido, creó un espacio determinado por una luz coloreada y cambiante. (…) El intento se basaba en el principio de alterar la luz física natural, como medio que nos permite ver, identificar, medir y valorar la realidad, por una iluminación fingida que visualmente fuese distinta de la natural. (…) El control de la luz, en relación con el espacio arquitectónico, fue el punto de partida para convertir el interior en un ámbito desprovisto de relaciones materiales y similitudes con el espacio natural. (…) la abundancia de textos en los que la luz se asociaba metafóricamente con la divinidad, justifica y explica esta concepción del espacio de la catedral gótica como ámbito idealizado que asume el valor de un micro-universo celeste. 
NIETO ALCAIDE, Victor. La Luz, Símbolo y sistema visual. Madrid: Ed. Cátedra 1989







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